top of page
  • Black Facebook Icon
  • Black YouTube Icon
  • Black Instagram Icon
  • Black Pinterest Icon
Buscar

No te tomes nada personal

  • Rocío Guillén
  • 10 abr 2019
  • 2 Min. de lectura


No eres tu... es el otro.

¿Te suena la frase "tu me hiciste enojar" o "tu me gritaste"? quédate a leer esto.


Uno de los cuatro acuerdos del Dr. Miguel Ruiz, dice que no te tomes nada personal y teóricamente, parece muy sencillo, sin embargo, en la práctica es sumamente complicado no sentirte ofendido y/o agredido ya que lo que la otra persona me hizo, me afecta directa o indirectamente a mí pues, estoy siendo yo la testigo y receptora de sus acciones. Y mientras más cercana sea, más herida me puedo sentir. Sin embargo hay dos cosas aparentemente simples que podemos hacer para cambiar la perspectiva y comprender que lo que hace el otro es por su historia y para sí mismo, no por mí.




Digo aparentemente simple, porque en la práctica requiere conciencia, deseo y valor, para vernos a nosotros mismos y darnos la oportunidad de ver la realidad desde otra perspectiva; la primera es cuestionarnos “¿qué otra intención puede tener la otra persona al hacer lo que hizo?”.


Esto es buscar alternativas que expliquen lo que paso sin pensar que fue contra mí. Esto a veces resulta muy fácil de encontrar, sin embargo, en algunos casos, personas o momentos (por cómo nos encontramos mental y emocionalmente) es más difícil.


Una segunda opción que acabo de escuchar, y puede resultar más sencillo, en especial si lo hacemos un hábito, es salirnos de la ecuación;


Cambiar el: "me hizo" por "hizo". Esto abre la imagen y, por tanto, cambia el panorama, a veces por completo.

No es lo mismo decir “mi hija me grito” a “mi hija grito”. El primero tiene toda la carga de yo ser la receptora del grito, me provoca ofensa y puede activar mis defensas porque “es una falta de respeto y tengo que corregir a mi hija”, sin embargo, si quitamos el me, solo queda la acción e incluso es mucho más fácil ver lo que hizo que actuara así y por tanto comprenderle y responder de distinta forma.




Así pues si vamos quitándonos de la frase, solo queda la acción y es más fácil decidir cómo actuar y que así nuestras acciones sean más coherentes, respetuosas y sin tanto drama. Pues además, una vez que evalúo de quien viene y me salgo de la ecuación, puedo decidir más libremente como quiero/necesito actuar, según el objetivo al que quiero llegar.


Sin duda alguna existen muchos ejemplos y cada caso puede tener sus variantes y sus puntos a evaluar con mayor detenimiento. Sin embargo, aquí lo importante es poder reconocer que todo lo que hace el otro es por lo que trae, por su historia, sus emociones y su forma de interpretar el mundo y, por tanto, de relacionarse conmigo, pero no es por mí. Y así de mí para con el mundo.



Comments


© 2023 by Lovely Little Things. Proudly created with Wix.com

JOIN MY MAILING LIST

bottom of page